Entiende que el iPad representa un nuevo producto, que antes no existía y que ha abierto mercado, y que en sí se puede considerar revolucionario. Pero, en su opinión, el iPhone ha revolucionado mucho más el mercado de los móviles que cualquier otro gadget de los últimos tiempos: "Si nos fijamos en los smartphones que había hasta 2007 y los comparamos con los que existen a partir de 2008, veremos que el iPhone sí fue un absoluto bombazo".
Se considera bastante fan de Apple y en su top cinco de los gadgets más destacados de los últimos años incluye a los iPhone, iPad, MacBook Air, Magic Mouse, Nikon D7000. Cree que el gadget de 2011 será el iPad 2: "Veremos una revolución en el tablet de Apple realmete brutal".
"Estuve en una conferencia en San Diego en el mes de Junio donde se debatió (expertos de 5 compañías vinculadas a la tecnología) durante 2 horas sobre la relación entre los gadgets y la sociedad". Las conclusiones, según Castro, eran sencillas: mayor movilidad, mayor número de aplicaciones para compartir información y mayor número de usuarios que usarán sus gadgets día a día.
Sobre los widgets, Salva Castro asegura que estos tuvieron "su momento" pero que actualmente "nadie los usa". Comenta que existieron bastantes plataformas que soportaban widgets: el Dashboard de Mac OS X, Konfabulator de Yahoo, los widgets de iGoogle, incluso en Windows Vista.
Apunta que las aplicaciones de la App Store no son widgets, "son aplicaciones móviles". Explica que en algunas de ellas, su funcionalidad se parezca a los widgets de escritorio que antes mencionaba. "Pero creo que existe una diferencia muy grande entre un trozo de html+js+css (la mayoría de widgets se componen de eso) que una aplicación desarrollada en un lenguaje de programación como Objective-C, lo segundo es mucho más potente que lo primero", concluye Castro.
Sostiene que los widgets que uno puede incrustar en su web o blog han posibilitado que un mayor número de gente pueda interconectarse de forma más rápida. Considera que es una iniciativa que va perdiendo fuelle, pero cree cada vez más que "si alguien quiere conectarse al Twitter de otro, no hace falta que vea el timeline en su blog, si entro en el blog quiero ver contenidos del blog de esa persona y no su Twitter, para eso ya me iré a su Twitter". Concluye señalando que, aunque piensa que el tema de los widgets tiene un buen planteamiento y resulta fácil de incorporar en todos sitios, "no merece la pena a largo plazo".
Para conocer más sobre el perfil de Salva Castro, accede aquí al mapa de Google Maps que localiza a los expertos de este reportaje.
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